
Discapacidad no es Incapacidad
Grupo Onest, empresa proveedora de servicios logísticos, es reconocida por su capacidad de innovación y pasión hacia el cliente; para esta compañía, la gente es el factor más importante, por ello, una de las principales acciones que Onest hace por su comunidad.
No cambiamos personas por máquinas.
Grupo Onest, empresa proveedora de servicios logísticos, es reconocida por su capacidad de innovación y pasión hacia el cliente; para esta compañía, la gente es el factor más importante, por ello, una de las principales acciones que Onest hace por su comunidad, es fomentar la educación formal, otorgando a cada persona la oportunidad de terminar sus estudios de primaria, secundaria o preparatoria.

La idea de implementar un programa de educación formal para la comunidad Onest surge tras la necesidad que tenían las y los colaboradores para la comprensión de algunos procesos de la operación debido a su bajo nivel educativo.
Por consiguiente, el objetivo del programa es apoyar a estas personas a terminar sus estudios de nivel básico, medio superior y superior. Al ser la inclusión, uno de los valores que constituyen la cultura organizacional de Onest, esta iniciativa también incluye a las personas con discapacidad de la empresa, empezando por aquellas que tienen alguna condición intelectual o auditiva.

Empezar este proyecto fue todo un reto a causa de las barreras actitudinales de algunas personas, pensamientos como:
Ya tiene su certificado del Centro de Atención Múltiple (CAM) no es necesario que siga estudiando, es gente que no va a poder avanzar
Insinuaban que el aprendizaje de las personas con discapacidad intelectual es limitado. A pesar de estas actitudes, Onest desarrolló toda una estrategia que rompe con el paradigma anterior y ofrece apoyo de crecimiento a las personas con discapacidad, que les permite estar en igualdad de oportunidades y equidad de condiciones que las y los demás colaboradores.
¿Cómo se hizo?
En primer lugar, se tuvo un acercamiento con la Secretaría de Educación Pública (SEP) y el Instituto Nacional para la Educación de los Adultos (INEA), con el fin de solicitar su apoyo para el proceso de inscripción.
Estas instituciones no contaban con material adaptado para personas con discapacidad, por lo que Onest se dio a la tarea de generar su propio material y preparar la planeación didáctica, apoyándose de profesionales que tuvieran los conocimientos para hacer las adaptaciones curriculares. De igual manera, se buscó que las y los asesores de los estudiantes, tuvieran la experiencia y preparación para implementar métodos de enseñanza que se ajustaran a las necesidades de las personas con discapacidad.

Actualmente, el programa cuenta con dos turnos de asesoría: matutino y vespertino. En el primer turno, la persona cursa dos horas de asesoría dentro de su horario laboral, es decir, Onest le ofrece la posibilidad de estudiar sin descontarle su sueldo por horas de estudio. Por otra parte, quienes tienen turno nocturno, deben realizar las actividades que se hicieron durante la clase y mandarlas por correo electrónico al asesor o asesora, para que se haga una revisión y retroalimentación de las mismas.
Los resultados de esta metodología han sido satisfactorios, ya que las personas tienen la capacidad de estudiar y trabajar al mismo tiempo, desarrollando así las habilidades requeridas para el puesto que están ocupando:
La estrategia es que ellas vayan mejorando en sus actividades laborales; van creciendo de manera personal pero también de manera profesional.
Claudia Ochoa, Gerente de Capacitación y Responsabilidad Social.

Otro de los retos que se presentaron durante el programa fue la falta de compromiso e involucramiento por parte de las familias, ya que muchas veces son estas las primeras en desconfiar de las capacidades de sus integrantes con discapacidad, por consiguiente, el proceso de aprendizaje de la persona puede volverse más complicado sin el acompañamiento y apoyo de la familia.
Es por ello que Onest, tuvo la idea de extender una invitación a aquellos familiares que quisieran terminar sus estudios en compañía de sus hijos, hijas, padres, hermanos, hermanas, etc. El apoyo de la alta dirección fue fundamental para el logro de esta práctica, ya que su intervención abarcó, desde la firma del convenio con la SEP, la revisión de todos los trámites necesarios para la gestoría del programa, y el apoyo económico para la inscripción y materiales educativos de los estudiantes.

Este programa no solo ha puesto al alcance del equipo Onest la educación formal, sino también ha logrado demostrar que la discapacidad no es incapacidad. Gracias a las asesorías, las personas han desarrollado habilidades que les permiten hacer tareas de mayor responsabilidad:
Las personas que sabían contar hasta el diez ahora ya cuentan hasta el cincuenta o hasta el cien, ¿eso qué quiere decir? Que ya dentro de la operación les puedes dejar un pedido de hasta cien piezas” (Claudia Ochoa, Gerente de Capacitación y Responsabilidad Social). De igual manera, las personas con discapacidad que antes no sabían firmar ahora ya pueden hacerlo, poco a poco van adquiriendo independencia financiera y económica.
Por último, a pesar de tenerlo muy marcado en el ADN de la empresa, esta iniciativa demostró el impacto que genera la inclusión en la cultura organizacional. Personas con discapacidad y sin discapacidad tienen la oportunidad de formarse en un ambiente pedagógico donde el aprendizaje se construye de manera conjunta. No hay cupo para límites y barreras, solo el apoyo y la colaboración caben en este espacio de inclusión.
Agradecemos a todas las instituciones y personas que han estado presentes durante todo el transcurso del programa. Gracias por hacer posible el aprendizaje y crecimiento de cada miembro de la comunidad Onest.
Mi nombre es Juan Francisco Castillo García y empecé a trabajar en Onest en el año 2018. Me gusta mucho trabajar en la empresa, ya que es una gran experiencia. Estoy en el almacén y el área de limpieza; trapeo los pasillos sin dejar basuritas y vacío los botes de basura en el bote grande.
Lo que más me gusta de mi trabajo es que me dejan ir a la escuela dos veces por semana, y eso me gusta mucho porque yo aprendo y estudio todos los días las materias, por ejemplo: matemáticas, español y ciencias; no tengo que reponer las horas que voy a la escuela. Lo mejor es que la maestra me enseña muy bien y aprendo mucho de ella. Estoy muy contento con mi trabajo y mi escuela.” Estoy feliz y mi compromiso es seguir trabajando bien, ya que me apoyan. Estoy muy agradecido.
Juan Francisco Castillo García, Colaborador.
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